
Estas son algunas razones por las que amo mi ciclo menstrual:
1. Es mi herramienta de retroalimentación más increíble y poderosa.
Mi ciclo menstrual es un reflejo de mi estado general de salud, que me da acertados mensajes sobre lo que pasa en mi cuerpo. Prestar atención a los cambios físicos y emocionales que experimento mes con mes, observando detalles como mi fecha de ovulación, la cantidad y calidad de mi sangre menstrual, entre otros, me da pistas importantes sobre mi salud física y emocional, que han sido clave para tratar mi desorden hormonal.
La información que nos da el ciclo es tan valiosa que en 2015 el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) reconoció la importancia de usar el historial menstrual como un signo vital para evaluar la salud de niñas y adolescentes.
2. El ciclo es necesario para crear hormonas.
No sé tú, pero yo solía pensar que lo más importante del ciclo es la menstruación, cuando en realidad la ovulación es la clave de todo, pues es la manera en la que el cuerpo genera progesterona. Esta hormona, además de ser necesaria para un embarazo, también ayuda a los huesos, metabolismo, y estado de ánimo, entre otras cosas.
Como dice la Doctora Lara Briden:
Ovular de manera regular es la forma en la que producimos hormonas. Si reconocemos que las hormonas son benéficas, entonces tenemos que aceptar que el ciclo menstrual es benéfico.
3. Me ayuda a conocerme mejor.
Mis emociones y energía cambian durante mi ciclo menstrual. Por mucho tiempo creí que esto era limitante, pero reconocer y aceptar estos cambios me ha ayudado a conocerme mejor. El ciclo tiene 4 fases y cada una me da diferentes súper poderes (y, sí, retos también). Conocer cómo soy en cada etapa me ha ayudado a identificar mis fortalezas, vulnerabilidades y necesidades a lo largo del ciclo.
¿Te imaginas todo lo que puedes hacer con esa información?
4. Mejora mi productividad.
Cuando soy consciente de la dinámica de mi ciclo puedo administrar mi energía y mis capacidades para sentirme mejor, ser más creativa y más productiva.
Hay semanas en las que tengo más facilidad de comunicación, otras en las que me enfoco más en los detalles, soy más planeadora, o hasta crítica. Estos patrones hormonales son fácilmente predecibles e identificarlos me permite planear estratégicamente, logrando mucho más en mi trabajo o en cualquier proyecto que emprenda, estresando menos a mi cuerpo y a mi mente.

5. Me ayuda a cuidarme más y mejor.
Si mi química hormonal me hace ser diferente en cada fase, tiene sentido adaptar mi estilo de vida a ello, ¿no crees? Las necesidades de alimentación, ejercicio, descanso y hasta sexuales, cambian en cada fase. Cuando sincronizo mi estilo de vida con mi ciclo, mis hormonas trabajan a mi favor y no en mi contra. Además, el ciclo es súper sensible al estrés e inmediatamente me hace saber cuando mis niveles de cortisol (la hormona del estrés) están muy altos, a través de diferentes síntomas.
6. Mantiene mi energía en balance.
Explicado a grandes rasgos, nuestra química hormonal hace que el ciclo tenga dos energías diferentes. En la primera mitad (fases pre-ovulatoria y ovulatoria) la energía aumenta y estamos en modo hacer casi todo el tiempo. Sin embargo, en la segunda mitad (fase premenstrual y menstruación), el cuerpo nos pide bajar el ritmo y descansar. Este equilibrio perfecto entre actividad y descanso es totalmente normal, saludable y necesario para mantenernos productivas; el problema es que nuestra cultura no lo valora. Hoy sé que si escucho a mi cuerpo en cada fase y me permito descansar cuando es necesario, mi productividad aumenta notablemente.
7. Es mi sistema de intuición y guía interior.
Las diferentes energías y poderes de cada fase me guían a través de las cuatro etapas del proceso creativo (visualizar, iniciar, manifestar y discernir), lo que me da la oportunidad de dar vida prácticamente a cualquier proyecto. Por si fuera poco, el ciclo es mi aliado en la toma de decisiones, pues en cada una de mis fases puedo enfocar los problemas y retos desde distintos ángulos.
Hay muchas otras razones por las que amo mi ciclo, estas son solo unas cuantas.
A lo largo de nuestra vida el ciclo llegará algo así como unas 450 veces, así que nos conviene hacer las paces con él, ¿no crees? Apreciar el ciclo menstrual es un proceso gradual, pero si te permites explorar esa posibilidad, empezarás a ver que tus patrones hormonales te ofrecen una gran oportunidad de fortalecer la conexión con tu interior, y que hacer alianza con tu ciclo te ayuda a ser una mejor versión de ti.

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