Bajo la Carpa Roja - Ovulación: Qué es y por qué es importante

No podemos hablar de salud hormonal sin hablar de ovulación. Muchas veces pensamos que ovular solo importa si queremos tener un bebé, pero no es así. La ovulación es, de hecho, el evento más importante en el ciclo menstrual (no es la regla, es la ovulación) . Entender cómo funciona puede ser increíblemente valioso para tu salud.

Este será un post largo, pero vale la pena que lo leas de principio a fin, si quieres entender cómo funciona este proceso fundamental para tu ciclo y para tu cuerpo.

Por qué es importante la ovulación

Más allá de la fertilidad, la ovulación es importante para tu estado general de salud, pues a través de este proceso tu cuerpo produce progesterona. Esta increíble hormona es primordial para tu estado de ánimo, densidad ósea, energía, tiroides, piel, cabello, entre otras cosas.

Cómo funciona la ovulación

La ovulación es el proceso en el que un óvulo es liberado en las trompas de falopio. En un ciclo de 28 días, la ovulación ocurre alrededor del día 14, pero una vez, más, recuerda que cada quien es diferente. Si tus ciclos son más largos, el día de tu ovulación será después y si tus ciclos son más cortos, llegará antes. Además esto puede cambiar de un ciclo a otro e incluso es posible tener ciclos anovulatorios, es decir, ciclos en los que no ovulas.

Imagina una carrera que dura un poco más de 100 días. Ese es justo el tiempo que dura el proceso de ovulación de principio a fin, y esto es lo que sucede:

Antes de la ovulación:

Tus ovarios están llenos de folículos ováricos, es decir, unas pequeñas bolsitas que contienen pequeños óvulos inmaduros, llamados ovocitos. Estos folículos se desarrollan durante varios ciclos, hasta que están listos para soltar un óvulo. El proceso de maduración de los folículos puede durar alrededor de 100 días, lo que quiere decir que tus ovarios tienen folículos en diferentes estados de maduración todo el tiempo. Muchos de ellos, sin embargo, no lograrán llegar al final de la carrera y el ovario los reabsorberá.

Al comienzo de cada ciclo menstrual (durante tu fase folicular), cerca de 10 folículos alcanzan su desarrollo y se convierten en los candidatos finalistas para la ovulación. Días después, habrá un folículo que domine y todos los recursos irán dirigidos a prepararlo para la ovulación.

Dato importante: la fase folicular abarca del día uno del ciclo, hasta un día antes de que la ovulación ocurra y es considerada una fase “plástica” lo que quiere decir que su duración puede variar de un ciclo a otro.

Durante la ovulación:

Cuando el folículo “ganador” está listo, se hincha y se hincha hasta que se rompe y libera un óvulo. El óvulo sale del ovario y recorre las trompas de Falopio, donde tiene entre 12 y 24 horas para ser fecundado por un esperma. Si es fecundado, viajará al útero en los próximos 6 a 12 días y posiblemente será implantado para un embarazo. En cambio, si no hay fecundación, comenzará a degradarse y llegará tu periodo aproximadamente dos semanas después.

Después de la ovulación:

El trabajo del folículo dominante no termina aquí. Una vez que el óvulo fue liberado y casi por arte de magia, el folículo vacío se transforma en una pequeña glándula llamada corpus luteum (que significa cuerpo amarillo). El ciclo de vida del corpus luteum es de 12 a 16 días,  justo el tiempo que dura tu fase premenstrual o lútea; si no hay embarazo el ovario lo absorberá.

Dato importante: La fase lútea dura exactamente entre 12 a 16 días y termina cuando llega tu periodo. Si dura menos puede indicar una deficiencia de progesterona, si dura más puede ser señal de embarazo.

¿Cómo cambian las hormonas con la ovulación?

Todo lo que te conté antes, sucede gracias a los cambios en tus hormonas reproductivas. Tu cerebro se comunica con tus ovarios a través del hipotálamo y la glándula hipófisis (o pituitaria), que se ubican por encima del cuello. Esta conexión se conoce como eje hormonal hipotálamo-hipófiso-gonadal y es responsable del desarrollo de los folículos y de la ovulación.

Esto es lo que ocurre con tus hormonas en la ovulación:

Antes de la ovulación:

Tu cerebro manda una señal a la glándula pituitaria para que produzca la hormona folículo estimulante, (FSH, por sus siglas en inglés). Esta hormona, como su nombre lo indica, estimula el desarrollo de los folículos. A medida que los folículos crecen, empiezan a producir un estrógeno muy importante llamado estradiol.

Una de las principales tareas del estradiol es estimular el crecimiento del endometrio, preparándolo en caso de que haya un embarazo. El estradiol también estimula la producción de flujo cervical.

Cuando un folículo dominante es seleccionado el estradiol comienza a aumentar (alrededor de los días 6-9 del ciclo).

Durante la ovulación:

Cuando el estradiol alcanza su nivel máximo, el óvulo se prepara para salir del ovario. El cerebro produce entonces un aumento de la hormona luteinizante (LH, por sus siglas en inglés) para desencadenar la ovulación y cerca de 24 horas después, el folículo se rompe y libera al óvulo.

Dato importante: El folículo dominante es la mayor fuente de producción de estrógeno en la fase preovulatoria.

Después de la ovulación:

La hormona luteinizante es la encargada de transformar el folículo dominante en corpus luteum, es decir, el folículo que antes antes generó estrógeno, ahora es una pequeña glándula que tiene la tarea de producir progesterona. Con cada ciclo menstrual surge un nuevo cuerpo lúteo. Si no hay ovulación no habrá corpus luteum y por lo tanto, no habrá progesterona 🙁

Bajo la Carpa Roja - Ovulación: Qué es y por qué es importante

Ciclos anovulatorios

Es posible tener algunos ciclos sin ovular; si esto sucede tu cuerpo no producirá progesterona. Estos ciclos no son ciclos menstruales en toda la extensión de la palabra, pues al no haber ovulación, no hay corpus luteum ni fase premenstrual. Es más bien como tener una fase folicular muy larga, que puede terminar con un sangrado residual.

Ahora, ¿cómo es posible tener un sangrado a final del “mes” sin haber ovulado? Esto es porque al inicio de un nuevo ciclo tus folículos aún intentarán llegar a la ovulación, por lo tanto producirán estradiol conforme vayan creciendo y esto estimulará el crecimiento del endometrio. El endometrio tendrá que ser expulsado de tu cuerpo algún momento y saldrá en forma de un sangrado residual, que no es precisamente un periodo.

Tener algún ciclo anovulatorio de vez en cuando es normal. Si es algo frecuente es necesario que lo hables con tu médico (de ahí la importancia de registrar tus ciclos).

Aprender a identificar si ovulas y cuándo, es una clave importantísima para entender tu ciclo menstrual, pues te ayuda a conocer la duración de tus otras fases y detectar alguna irregularidad, si es que la hay. Más sobre cómo saber si estás ovulando en futuros posts.

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